El
psiquiatra y terapeuta familiar Jorge Barudy (Villa Alemana, Chile, 1949)
afirmó ayer que, hoy en día, ejercer de padres de manera "sana o
suficientemente competente" es "un desafío", debido a la
sociedad en la que vivimos, "basada en el individualismo, el consumismo y
la fragilidad laboral". El investigador y profesor defendió la capacidad
de las víctimas de traumas infantiles de salir adelante y construir un proyecto
vital.
Barudy
presentó en San Sebastián ante un grupo de profesionales su libro Hijas e
hijos de madres resilientes. Traumas infantiles en situaciones extremas:
violencia de género, guerra, genocidio, persecución y exilio. Minutos
antes, el profesor de la Universidad Católica de Lovaina explicó a los medios
de comunicación el concepto de resiliencia, del que parten él y su
equipo para trabajar. Se trata de la capacidad que tienen personas que han
vivido "experiencias muy duras" para "salir adelante y construir
un proyecto personal y social bastante sano", detalló. "Pueden ser
luego muy constructivas", insistió.
El
concepto de resiliencia se puede aplicar, según expuso, para entender
que "no todos los padres o madres que han sido víctimas de algún tipo de
mal trato repiten la experiencia con sus hijos". También es válido para
aquellas personas que fueron o son represaliadas por dictaduras. "No
tienen por qué quedar dañadas para siempre, son capaces de reconstruir un
proyecto vital", reiteró. Es más, muchas veces, han podido incluso desarrollar
"un compromiso social o político para que la experiencia que han vivido no
se repita". "Eso no significa que no hayan sufrido o que el
sufrimiento no emerja", aclaró.
Confianza y
afectividad
Barudy
destacó el papel de los psicólogos, educadores, trabajadores sociales y demás
profesionales que atienden a niños cuyos padres y madres no tienen "unas
competencias adecuadas" para ejercer su papel. "Si son capaces de
expresarles confianza y afectividad y, al mismo tiempo, ayudarles a reconocerse
como víctimas de una injusticia, esos niños tienen muchas más posibilidades de resiliar
su experiencia y tener conductas constructivas", apuntó
También
es importante el trabajo con los padres y madres. "La sociedad tiene el
deber de ofrecerles todos los recursos necesarios para que se capaciten",
afirmó.
Más allá de
casos traumáticos vinculados a la guerra, el exilio, la pobreza o la violencia
extrema dentro de la familia, ¿se dan en las familias aparentemente
estructuradas situaciones de malos tratos soterrados o de desconocimiento de
los progenitores? Barudy considera que desarrollar el papel de padres de forma
"sana o bastante competente es un gran desafío por el mundo en el que
vivimos". "Hoy en día, en los países ricos, ser padres
suficientemente cercanos a los hijos es un gesto casi subversivo", dijo.
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