Los psicólogos refuerzan la teoría de las dos naturalezas humanas. Un
estudio halla una distancia de personalidad entre los sexos mayor de la que se
creía
MALEN RUIZ_El País
Hasta ahora
se creía que las diferencias de personalidad entre hombres y mujeres son
relativamente pequeñas, pero un nuevo estudio que pretende establecer un método
más exacto para medir los rasgos de la personalidad afirma que la variedad
encontrada es muy grande para los baremos psicológicos. La sensibilidad, mayor
en las mujeres que en los hombres, es el rasgo más diferenciador, pero no el
único. Además, psicólogos españoles han confirmado que el mayor tamaño del
cerebro en el hombre no se refleja en un aumento de la inteligencia general
aunque sí en una mejor capacidad específica, la del procesamiento espacial.
Ninguno de los estudios es definitivo; los participantes coinciden en que falta
mucho por hacer en este campo.
Ellas son más cordiales, ansiosas y aprensivas, según un
trabajo en 'Plos One'
Ellos puntúan más en atención a las normas y estabilidad
emocional
En el primer caso, con el método que proponen, los
psicólogos italianos y británicos autores del trabajo La distancia entre
Marte y Venus, que publica Plos One, de la Public Library of
Science, han aplicado una escala de 15 rasgos de personalidad a una
encuesta mucho más general realizada a 10.200 estadounidenses, la mayoría de
raza blanca y con un nivel de estudios superior a la media en su país. Los
resultados indican que, de media, las mujeres son más sensibles que los hombres
y también son más cordiales y más aprensivas o ansiosas. Por el contrario, los
hombres puntúan más en rasgos como la estabilidad emocional, la dominancia, la
atención a las normas y la vigilancia.
Los investigadores explican que la sensibilidad
diferencia a las personas que son sensibles, sentimentales, estéticas y tiernas
de las que son utilitarias, objetivas, poco sentimentales y duras de carácter,
lo que influye en el comportamiento general. Por eso seguramente, aun quitando
del estudio la diferencia en sensibilidad, que es la más llamativa, se obtuvo
una discrepancia significativa en otros rasgos de personalidad entre hombres y
mujeres.
Marco del Giudice y sus colegas recuerdan, además, que
la mayoría de los rasgos de personalidad tienen efectos importantes en el
comportamiento sexual y como padres de los individuos, a través de factores
como la promiscuidad sexual, la estabilidad en las relaciones sentimentales y
el divorcio. La promiscuidad se puede predecir por una puntuación alta en
rasgos como la extraversión, la apertura a experiencias nuevas, el
neuroticismo, y otros como el narcisismo y la psicopatía. Puntuaciones bajas en
afabilidad y responsabilidad auguran, junto con una alta extraversión, una
mayor inestabilidad emocional y una mayor probabilidad de divorcio. En cuanto a
otros tipos de comportamiento, como la tendencia a conseguir un estatus y a
correr más o menos riesgos, también resultan relacionados con el género
"como si existieran dos naturalezas humanas, tal como lo enunciaron Davies
y Shackelford", dicen los autores.
La inteligencia acompaña a la personalidad como factor
crucial en el comportamiento. El cerebro masculino es, de media, un 10% mayor
en volumen que el femenino y tiene, por tanto, más neuronas. La mayoría de los
estudios indican que esta diferencia no se refleja en la inteligencia general,
pero ahora psicólogos españoles, coordinados por Roberto Colom y Richard Haier,
han confirmado esta hipótesis con un nuevo estudio sobre 100 adultos jóvenes,
publicado en Intelligence. Su conclusión es que las diferencias
significativas en el volumen cerebral en los voluntarios estudiados, en cuyos
cerebros han medido la materia gris y la materia blanca con resonancia
magnética, no se relacionan con el factor general de inteligencia, llamado g.
Así pues, la hipótesis de que el mayor volumen cerebral en los hombres es la
causa de una ventaja cognitiva no se confirma.
Sin embargo, este estudio sí ha confirmado diferencias significativas en
habilidades espaciales, como la rotación mental de figuras en tres dimensiones
(que los hombres hacen mejor), y que se supone exigen el uso de una gran
capacidad cerebral. Y las mujeres han dado mejores resultados en las pruebas de
fluidez verbal. Así que la conclusión final es que, dependiendo de cual sea la
tarea compleja a realizar, los hombres tienen más neuronas pero las mujeres las
utilizan de forma más eficiente.