domingo, 13 de noviembre de 2011

Modo en que los terapéutas utilizan fotos para ayudar a personas a mejorar sus vidas




La mayoría de las personas tiene fotos en su entorno, sin realmente detenerse para considerar porqué. Es porque éstas son registros permanentes de momentos cotidianos (y las emociones asociadas que están inconscientemente arraigadas a ellas), las fotos personales pueden servir como puentes naturales para acceder, explorar y comunicar acerca de nuestros sentimientos y recuerdos (incluso los que están enterrados profundamente u olvidados hace mucho), junto con otros temas de interés terapéutico que son traídos a la luz por ellas. Los terapeutas encuentran que las fotos de los pacientes frecuentemente actúan como símbolos concretos de sí mismos y objetos metafóricos transicionales que, silenciosamente ofrecen una forma de mirar hacia el interior de ellos mismos de una manera en que los métodos verbales no pueden totalmente representar o deconstruir.
       Con la ayuda de un terapeuta entrenado para utilizar las técnicas de FotoTerapia, los pacientes pueden explorar de lo que tratan a nivel emocional, a parte de visualmente, sus fotos significativas personales y del álbum familiar. Esta información está latente en todas las fotos personales de los pacientes, pero cuando pueden ser utilizadas para enfocar o precipitar el diálogo terapéutico, usualmente puede resultar una conexión directa y menos censurada con el inconsciente.
       Durante las sesiones de FotoTerapia, las fotos no son simplemente observadas pasivamente en una contemplación silenciosa, sino que también son activamente tomadas, posadas, habladas, escuchadas, reconstruidas, revisadas para formar o ilustrar nuevas narrativas, re-visualizadas en la memoria o la imaginación.



              






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