lunes, 30 de diciembre de 2013

Dos artes en terapia: La fotografía y la narración creativa para pacientes con demencia

Por Carolina Lanas
Por qué no pregunta a los familiares de alguien con Alzheimer o cualquier otro tipo de demencia: Intentar hablar con un ser querido que no es capaz hasta de recordar exactamente quién es, puede ser muy frustrante.
Pero aquí, en un centro para adultos mayores en Seattle (Estados Unidos), las cosas son diferentes.
Recientemente, 15 adultos mayores formaron un círculo. La habitación es típica – pisos de linóleo, flores de celofán en las ventanas, bastones y sillas de ruedas y andadores en fila contra la pared.
Linda White conduce una sesión basado en un programa llamado Timeslips. La idea es mostrar fotografías a las personas con demencia, y conseguir que se imaginen lo que está sucediendo – no tratar de recordar nada, sino inventar una historia.
Contar historias es una de las formas más antiguas de comunicación (expresión) – es la manera de aprender sobre el mundo. Resulta que con las personas con demencia, la narración puede ser terapéutico. Da a la gente que no es capaz de comunicarse la oportunidad de hacerlo. Y no es necesario ningún entrenamiento para realizar una sesión.
White camina alrededor del círculo sosteniendo una foto de un hombre de edad avanzada que se mantiene en forma. Lleva consigo un chaleco salvavidas amarillo  y está esquiando en el agua. El hombre está con una amplia sonrisa a la cámara, perfectamente enmarcada por un arco grande de agua.
“Ha tenido una experiencia y está relajado, él es feliz,” dice White. ”Miren la sonrisa en su rostro.”
Muchas de las personas en este grupo no hablan mucho por sí solos. Pero son entusiastas acerca de hacer una historia de vida para el esquiador – que es un tipo retirado que se ha divorciado varias veces. Tiene cuatro hijos y una esposa que está esperando para salir a cenar.
La mayoría de las personas con demencia viven en sus hogares y no tienen la oportunidad de este tipo de sesiones, a cargo de alguien que ha sido entrenado para hacerlo. Sin embargo, la narración se puede hacer en casa, de acuerdo con la fundadora del programa, Anne Basting.
“Cualquiera puede hacer esto”, dice el Basting, quien dirige el Centro de Edad y Comunidad en la Universidad de Wisconsin, Milwaukee. Ella comenzó a trabajar en la narración como una forma de dar a la gente con demencia una manera de comunicarse que no se base en sus recuerdos. Ella lo ve como darles a los seres queridos la oportunidad de reconectarse.
“Las personas con demencia empiezan a olvidar su papel social, es posible que no recuerde que son esposos… padres”, dice Basting. ”Necesitan un rol social a través del cual pueden expresar quiénes son, y el papel de narrador puede abastecer esto.”
Un estudio co-escrito por Basting en The Gerontologist, una revista scientífica, halló que la narración hizo que la gente sea más comprometida y alerta, y que los miembros del personal en las instalaciones residenciales tengan puntos de vista más positivos sobre sus pacientes. Un estudio independiente publicado en Nursing Research mostró que los participantes eran más felices y más capaces de comunicarse en general.
Basting, dice que uno de los mayores obstáculos para poner el programa en marcha ha sido el escepticismo de los miembros de la familia. ”La resistencia viene cuando la gente dice, ‘Mi padre nunca haría eso, él es un hombre muy distinguido,  esto está por debajo de él, esto es infantil”, dice Basting. Y luego el padre se lanza al ruedo.
Basting habla de un hombre que se acercó a ella con lágrimas de agradecimiento. Durante los últimos tres años, había estado volviendo loca a su esposa, tratando de hacerla hablar sobre los recuerdos de los dos. Él la introdujo en la narración de historias para que pudieran hablar y jugar con la línea argumental. Y, finalmente, fue capaz de comunicarse con ella de nuevo.

jueves, 12 de abril de 2012

La Fotobiografía: una herramienta metodológica



La fotobiografía resulta una herramienta metodológica diseñada por Fina Sanz en 1982, según nos cuenta ella misma en su libro, en un principio con fines terapéuticos y de investigación en el marco de la psicología clínica y sexología, para posteriormente utilizarla como recurso de autoconocimiento y cambio.Aparentemente, su desarrollo parte de un hecho fortuito y pleno de carga emocional para la autora: el relleno de un marco vacio con fotos familiares que hizo un día su padre jubilado. “… decenas y decenas de fotografías que yo había visto infinitas veces, escudriñando en álbumes y armarios desde mi infancia”.


Y como estoy segura que sus palabras serán mejor comprendidas que mi resumen apresurado, pues ahí va la trascripción de su propio texto:El método de la FB está basado en el estudio de fotos del individuo y de la narración de su historia de vida. Es un método cualitativo y pone el acento en la subjetividad (cómo la persona percibe su historia a través de las experiencias vividas), en el lenguaje del cuerpo, en la incorporación de valores, roles y creencias, y cómo se genera ese proceso en el individuo, cómo se plasma en su vida, cómo se coloca en el mundo construyendo sus guiones de vida, cómo se sitúa en la fantasía de lo que es un vínculo afectivo, etc. Y en última instancia cómo se desarrolla en relación con su cuerpo sexuado, con el otro sexo, con el propio sexo, y cómo desarrolla su subcultura de género femenino o masculino, y cómo lo vive o lo somatiza. La FB es un método básicamente clínico, individual y subjetivo. Lo que realmente nos interesa es ver cómo ha vivido el protagonista o la protagonista esa historia, qué cuenta, cómo lo cuenta, qué emo¬ciones le suscita, cómo reaccionó ante los hechos que le sucedieron o vivió, qué valores, creencias, comportamientos ha copiado, ha tomado como propios y quizás ha imitado identificándose con alguien (padre, madre), cuáles son sus mitos, guiones de vida, manera de relacionarse, de sentir, sus dificultades, su forma de seducir o ser reconocido, etc., y a partir de ahí qué procesos realiza para iniciar cambios.En la actualidad incorpora la técnica a lo que denomina “terapia del reencuentro”, con su propio instituto y programas formativos dirigidos a su enseñanza, que:busca el reencuentro-Con uno mismo, como persona integrada.-Como persona sexuada, que es femenina y masculina.-Con el otro sexo, con los hombres y con las mujeres.-Con lo otro, con lo diferente, con los otros pueblos, con otras culturas.Y para ello, a la hora de iniciar un trabajo de este tipo se dan las siguientes instrucciones:-Imagínate que vas a contar la historia de tu vida, a través de tus fotos, a alguien que no te conoce. ¿Qué fotos le enseñarías?-Tómate un tiempo para buscar fotos en tu casa, o también en casa de familiares u otras personas que consideres.-Mira cuáles te parecen significativas, o te suscitan emociones, ya sean positivas o negativas. Aquellas fotos que te gustaría mostrar porque hay personas o situaciones que te evocan buenos recuerdos y aquellas que querrías romper por todo lo contrario. Esas fotos son importantes para contar tu vida a través de ellas.-Puedes traer unas diez o quince de tu infancia hasta la edad de doce años; otras diez o quince del período que va hasta los veintiuno, y otras tantas desde entonces hasta el momento actual.Y a partir de ahí, tanto la colocación de las fotos como los recuerdos y emociones que suscitan, serán objeto de análisis individual o grupal.









jueves, 15 de marzo de 2012

Test de autoestima

Este test sólo ofrece orientación y carece de valor diagnóstico.
http://www.psicoactiva.com/tests/test4.htm



lunes, 27 de febrero de 2012

Susan Sontag: Sobre la fotografía I



Coleccionar fotografías es coleccionar el mundo.
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La fotografía se ha convertido en un rito social, una protección contra la ansiedad y un instrumento de poder.
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Mediante las fotografías cada familia construye una crónica-relato de si misma, un estuche de imágenes portátiles que rinde testimonio a la firmeza de sus lazo. Poco importa que actividades se fotografían siempre que las fotos se hagan y aprecien. La fotografía transforma en rito de la vida familiar justo cuando la institución misma de la familia, en los países industrializados de Europa y América, empieza a someterse a una operación quirúrgica radical. A medida que esa unidad claustrofóbica, el núcleo familiar, se extirpa de un conjunto familiar mucho más vasto, la fotografía la fotografía la acompañaba para conmemorar y restablecer simbólicamente la continuidad amenazada y el ocaso del carácter extendido de la vida familiar. Estas huellas espectrales, las fotografías, constituyen la presencia vicaria de los parientes dispersos. El álbum familiar  se compone generalmente de la familia extendida, y a menudo es lo único que ha quedado de ella.
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Si las fotografías permiten la posesión imaginaria de un pasado irreal también ayudan a tomar posesión de un espacio donde la gente está insegura. As, la fotografía se desarrolla en conjunción con una de las actividades modernas más características: el turismo. Por primera vez en la historia, grupos numerosos de gente abandonan sus entornos habituales por breves periodos . Parece decididamente anormal viajar por placer sin llevar una cámara. Las fotografías son la prueba irrefutable de que se hizo la excursión, se cumplió el programa, se gozó del viaje. Las fotografías documentan secuencias de consumo realizadas en ausencia de la familia. Los amigos, los vecinos. Pero la dependencia de la cámara, en cuanto a aparato que da realidad a las experiencias, no disminuye cuando la gente viaja más. El acto de fotografiar satisface las las mismas necesidades para los cosmopolitas que acumulan trofeos fotográficos de su excursión en barco por el Nilo o sus catorce días en China, que para los turistas de clae media hacen instantánes de la torre Eiffel o las cataratas del Niágara.
El acto fotográfico, un modo de certificar la experiencia, es también un modo de rechazarla; cuando se confina a la búsqueda de lo fotogénico,, cuando se convierte la experiencia en una imagen, un recuerdo. El viaje se transforma en una estrategia para acumular foto. La propia actividad fotográfica es tranquilizadora, y mitiga esa desorientación general que se suele agudizar con los viajes. La mayoría de los turistas se sienten obligados a poner la cámara enter ellos y toda cosa destacable que les sale al paso.
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La gente despojada de su pasado parece la más ferviente entusiasta de las fotografías.
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La fotografía se  ha transformado en uno de los medios principales para experimentar algo.
Una vez terminado el acontecimiento, la fotografía aún existirá, confiriendo una especie de inmortalidad e importancia de la que jamás habría gozado de otra manera.
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Precisamente porque seccionan un momento y lo congelan, todas la fotografías atestiguan la despiadada disolución del tiempo, Las cámaras comenzaron a duplicar el mundo en momentos en que el paisaje humano empezaba a sufrir un vertiginoso ritmo de cambios: Mientras se destruye un número incalculable de formas de vida biológica y social en un breve periodo de tiempo, aparece un artefacto para registrar lo que está desapareciendo.
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Cada fotografía es un momento privilegiado convertido en un objeto delgado que se puede guardar y volver a mirar.




jueves, 16 de febrero de 2012

La Foto Biografía y la Terapia de Reencuentro

¿Porqué un Reencuentro?

En algún momento del camino dejamos de escucharnos, perdimos nuestra voz interior y empezamos sólo a escuchar sólo la voz de lo que "debíamos hacer"o "debíamos ser". Tenemos que reencontrarnos para saber quienes somos y decidir qué queremos hacer con nuestra vida.

Cada persona ha de buscar y encontrar su propio camino, el que considere más idóneo en cada momento, y así asumir la responsabilidad de su vida, para fomentar relaciones que favorezcan mutuamente la armonía, el crecimiento personal y la creatividad.

Para reencontrarnos como personas completas.

Para reencontrarnos con relaciones armoniosas, con relaciones de buen trato. Este tipo de relaciones se tienen que generar en nuestro interior, en nuestra, en nuestras relaciones, en nuestros vínculos y en lo social.

Reencontrarnos con nuestras heridas emocionales para sanarlas y sanarnos

Deseamos vivir con los demás en un mundo interdependientes, para desarrollarnos mutuamente y tomar conciencia de que, más allá de las diferencias, los seres humanos compartimos, en lo más profundo, anhelos e inquietudes similares( vivir en paz y en libertad, tener salud y condiciones de vida dignas que nos permitan crecer como persona, sentirnos amadas,, aceptadas, valoradas,etc.) Necesitamos sentirnos reencontrarnos interna y externamente como seres humanos, cooperativos, solidarios, con anhelos de justicia. Desarrollar nuestras posibilidades, conocer nuestras debilidades y afrontar nuestros conflictos para negociarlos y/o resolverlos.







jueves, 2 de febrero de 2012

La distancia interpersonal o "Próxemica"


El término proxémica es el que el antropólogo Edward Twitchell Hall, propuso para referirse al estudio del uso y percepción del espacio social y personal, dentro del contexto cultural, para referirse a la “distancia interpersonal” que mantenemos cada uno de nosotros con relación a los demás.

Hall notaba que la distancia social entre la gente, está generalmente correlacionada con la distancia física y describía cuatro diferentes tipos de distancia:


Distancia intima, que se presenta en fase próxima entre 0 y 15 centímetros, y en fase lejana entre 15 y 45 centímetros. En esta situación se presenta la posibilidad de mantener un gran contacto sensorial (visual, olfativo, térmico, táctil) entre las personas.


Distancia personal, que en fase próxima se da entre los 45 y 75 centímetros, y en fase lejana entre los 75 y 125 centímetros, y se presenta un cercano contacto sensorial entre las personas, donde el limite depende del alcance de las extremidades para saludarse, tocarse, darse la mano, etcétera.


Distancia social, entre 1.25 y 2 metros en fase próxima, y entre 2 y 3.5 metros en fase lejana. En esta situación se presenta un contacto sensorial débil, como se da entre compañeros de trabajo.


Distancia pública, que en fase próxima se presenta entre los 3.5 y 7.25 m, y mayor a los 7.25 metros en fase lejana. En esta situación se presenta un escaso contacto sensorial, típico en relaciones muy formales, conferencias, discursos, situaciones sociales entre desconocidos, etcétera.


Las invasión que se puede presentar a estos espacios no solamente es corporal, también pueden ser auditivas, olfativas, o sensorial de algún otro tipo, por lo que entre compañeros con los que no se mantienen relaciones personales, el mantener distancias inferiores a 1.25 o 1.5 metros pueden dar lugar a conflictos.